Estudio de caso
El patrón y cinco miembros de la tripulación estaban revisando la disposición de fijación del ancla durante un paso de clima pesado. El velero comenzó a lanzarse y dos olas barrieron la proa. Un marinero pudo obtener cobertura de los mares. El patrón y otros cuatro miembros de la tripulación, que se enfrentaban a popa en ese momento, no sabían de los mares que se acercaban. El impacto de las olas los arrojó desde el castillo a varios lugares en la cubierta delantera. El capitán y un marino murieron a consecuencia de sus heridas. Los marineros heridos restantes fueron finalmente transportados por aire a un hospital.
Lecciones aprendidas
¿Por qué pasó esto?
El patrón, actuando por iniciativa propia, se colocó a sí mismo y a quienes lo asistieron en una situación de alto riesgo al verificar el anclaje que asegura el arreglo en condiciones climáticas adversas sin evaluar primero los riesgos. No notificó al patrón ni al Oficial de la Guardia que el personal estaría trabajando en la cubierta del castillo de proa y ambos desconocían la tarea que se estaba realizando. El patrón subestimó las condiciones climáticas y los posibles efectos sobre la misión que se intenta. Él y los cinco miembros de la tripulación que lo asistieron no pudieron usar arneses de seguridad con líneas de vida.
¿Qué podemos aprender?
Las líneas de vida unidas a las barandas pueden haber evitado que los marineros fueran lavados de la cubierta del castillo de proa y podrían haber reducido el alcance de las lesiones.
Es importante notificar al patrón y al Oficial de la Guardia cuando el trabajo se realiza en la cubierta, especialmente durante condiciones climáticas adversas.
Incluso para el personal experimentado es fácil subestimar los posibles efectos que el clima adverso puede tener en los trabajos que se realizan.
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UN TEST CORTO